Existe una frase muy famosa en la que dicen que uno sale a comerse al mundo cuando uno va decidido por algo, pero hay momentos donde el mundo se lo come a uno! O mejor dicho, el mundo interior de uno se desmorona para seguir adelante. 

En esta sección voy a escribir todos esos sentimientos que salen de lo más profundo de mi interior tanto cuando estoy bien como cuando estoy mal. Porque creo que en el imaginario de las personas ese alma que elije vivir viajando es una persona de la que piensan que mejor no lo puede pasar… pero aunque no lo crean, viajar tiene su lado «B». Tiene cosas hermosísimas, las cuales siguen pesando más que las malas por eso sigo de viaje, como también tiene momentos no tan buenos, tristes, en donde uno necesita de otro y quizás ese otro no está (aún más cuando se elije viajar solo). Tiene adversidades en los que a uno lo hacen replantearse muchas veces el motivo de su viaje. Y por sobretodo tiene mucha introspección… o por lo menos, así lo vivo yo.

Además, siento que compartiendo muchas veces lo que uno siente, por más que quien me lea no esté viajando, puede que esté atravesando un momento similar a mis emociones y es bueno siempre saber que las cosas buenas y malas no le pasan sólo a uno, sino que todos vamos atravesando los mismos sentimientos, las mismas emociones en diferentes momentos de nuestras vidas.

Por eso en esta sección abro mi corazón a todos ustedes, a todo el que quiera leerme. Me abro porque es de la única forma en donde uno también recibe.

Gracias por haber llegado hasta aquí. Y esto se los digo a quienes me leen y a mí!