Andorra: esos lugares donde somos nuestra red.
Como conté en la nota anterior, luego de estar casi todos los días pensando en qué hacer de mi vida (pues mi revo solar en escorpio me atrapó) un día me dije: Celeste necesitas estar en ese lugar donde tus vínculos te van a dar soporte y brindarte felicidad. Y dónde siempre encuentro eso? Creo que siempre lo encuentro donde vive en ese momento una de las hermanas que me dio la vida: Pepa. Y en sitios donde mis vínculos que fui conociendo a lo largo del viaje me hacen sentir como en casa. Así que la respuesta era cantada, decidí volver a hacer la temporada de invierno en Andorra, con todo lo que me costaba mentalmente volver. Pero quiero decirles desde ya, que esta experiencia fue renovadora!
Como siempre creo a los lugares los hacen más lxs vinculxs con quienes nos relacionamos y las experiencias que vivimos que los lugares físicos en sí. Y a lo largo de esta nota se darán cuenta del por qué me fui totalmente agradecida y con mi corazón expandido de esta experiencia.
Antes de llegar a Andorra hice un pequeño paso por Madrid. Aunque primero me gustaría contarles que antes de llegar a tierras europeas, en un viaje larguísimo, tuve unas horas de escala en Qatar, así que con ese sentimiento de felicidad que me invadía por reencontrarme nuevamente viajando sola, me fui a pasear por la ciudad unas horitas no más, no podía no conocer aunque sea de un pantallazo donde nuestra selección salió campeón del mundo!
Todo comenzaba hermoso. Hasta en el aeropuerto de Qatar me crucé con una pareja de argentinxs que estaban regresando luego de unos meses que no la pasaron tan bien en nueva Zelanda y nos quedamos tomando unos mates y charlando. Mi energía comenzaba a fluir.
Llegué en Madrid a la casa de una amiga mía de la escuela secundaria que no veía hacía como 20 años (un poco menos quizás…) Maru, una mujer que tenía que estar en ese momento enfrente mío, abriéndome las puertas de su casa y contándome su experiencia para darme cuenta del poder que tenemos las mujer para sobreponernos a lo que se nos presente.
Con Maru compartimos unos pocos días pero hermosos. Charlamos como si el tiempo nunca hubiera pasado! Descubrí su arte, su amor por el escribir y leer. Y encontré en ella a un alma que hace todo desde la felicidad. Maru es una sonrisa andando y una de las sonrisas más bellas que conozco. Totalmente agradecida con su ser.
Luego me fui un día a compartir con Paula, familiar mío que hacía mucho que tampoco veía. Estar con ella y con su familia fue muy bello. Y si bien fue poquito tiempo nos pudimos poner al tanto de varias cosas! Gracias también por dejarme dormir en su sofá.
Luego de estos días de reencuentros y paseos por Madrid (nuevamente, qué bella ciudad!), me encontré con mi amiga Cris en Zaragoza para ir juntas en su coche a Andorra. Ay! Y como amo a esta mujer! 4 horas de charlas y más charlas, porque con una española nunca se van a terminar las conversaciones!!!
Y como broche final llegué a la casa de Pepa, donde me quedaría unos días antes de entrar al hotel que me había dado del trabajo para vivir. Abrazar a mi amiga ni bien llegué fue uno de los momentos más cálidos y hermosos que estaba esperando hacía tiempo. Qué bellas que son esas almas en donde unx encuentra paz y calma. Donde unx está bien sólo con su presencia.
Estos días fueron de muchas emociones encontradas. El regresar a Andorra con todo lo que me implicaba siempre, ya que si bien es un país que llevo en mi corazón porque me dio no sólo infinitas posibilidades de trabajo, sino que me hizo conocer a personas que hoy son muy importantes en mi camino. Pero el regresar a esos lugares que pensas que ya no necesitas, a veces, te tambalea un poco.
De hecho, me fui unos días mientras esperaba que me saliera el permiso de trabajo a la casa de Cris a pasar unos días allá y entrar en sintonía con el lugar. Y su casa se convirtió en mi spa en Andorra. Siempre estaré eternamente agradecida por abrirme las puertas de tu casa y compartir tanto!
Bueno… pero es momento de comenzar esta nueva experiencia que me esperaba.
Era la primera vez en Andorra que haría temporada de invierno en la montaña, y en el valle donde yo siempre quise vivir. Y si bien el alojamiento nos lo daban en la ciudad, pude disfrutar de este valle toda la temporada.
Ni bien llegué al hotel y me dieron la llave de mi habitación que compartiría con otra chica, tuve LA DICHA de que esa compañera de habitación fuera Zhami. Cómo describirla? Un alma que me dijo (y nunca lo voy a olvidar) con mucha simpleza y desde su corazón “Si necesitas yo puedo ser tu familia en esta tempo”. Con Zhami nos supimos entender desde el primer momento. Mi hermanita menor que nunca tuve la encontré en ella. Una mujer con mucha simplicidad y determinación al mismo tiempo. Quien no se hace problema por nada, sino que toma decisiones.
Nada podía estar mal con este comienzo.
Luego conocí a Consu, con quien trabajaría en la cocina, y amiga de Zhami. Y sí, las energías se unen! Consu es una chilena hermosísima que es difícil llegarle a su corazón, pero cuando te lo abre, te entrega todo. Una persona que prefiere que los demás mantengan su distancia, y a mí me dejaba que la abrace todos los días. Un alma simple, caritativa, divertida. Hermosa.
Y como se darán cuenta ellas dos fueron mi temporada. Además de otros seres que ya les contaré.
Bueno, además de ellas, tuve la dicha de que todo el grupo de trabajo fuera bellísimo. Seres que (si bien no con todxs se comparte lo mismo) te dabas cuenta que son buenas personas, grandes compañerxs muchxs, y con ganas de disfrutar de cada momento aunque a veces la temporada se ponga pesada.
El equipo de la cocina donde yo trabajé, simplemente para sacarse el sombrero. Agradezco con el alma que la vida me haya puesto allí. Y si bien al principio me tuve que ganar de a poco el corazón de algunos, porque los chilenos son cerrados eh! Creo que lo logré! Tuve la dicha de poder conectar con cada uno de ellxs desde algún lado, y el ir a trabajar era un placer.
Debería resumir, pero siento que fue tanto que no puedo que la nota sea más corta. Así que seguiré contando todo lo bello de esta experiencia en mi ser.
No sólo el grupo de cocina me llenaba el alma, sino también lxs chicxs de salón, y el hermosísimo grupo del “Chiri” (el fast food que estaba a los pies del restaurante). La amistad que hice con muchxs de ellxs realmente fue Oro para mí. No sólo que muchas veces sentí que en la bacha donde yo trabajaba servía como refugio para algunxs, sino cada abrazo diario de muchos de ellos me reconstruía de a poquito el alma (gracias Joaco, Mimi y Kevin por sus hermosos abrazos diarios).
En fin, fue un hermoso y gran equipo con el que hemos compartido muchísimos momentos. El trabajo diario, el convivir todxs en el mismo hotel, el viaje de ida y vuelta a la montaña hace que poco a poco cada unx se vaya convirtiendo en tu familia. Y más si te encontras compartiendo con personas afines a vos. Porque no sólo era nuestro grupo de trabajo de nuestro restaurante, sino lo de los demás restaurantes del mismo valle. Con quienes coincidías a diario.
El conocer personas también que vivían en el mismo hotel pero trabajan en el otro valle, el quedarse hablando aunque sea unos minutos, una cena, unos mates. El salir a disfrutar, a bailar, a caminar, a jugar a la pelota, las charlas en la puerta del hotel, los asados interminables. El compartir ha sido total.
Agradezco, agradezco totalmente el haber tenido esta nueva experiencia porque me llevó a ver a Andorra desde otra perspectiva. Fue la primera vez literal que cuando me fui, me fui con la puerta abierta a volver. A querer volver para reencontrarme con todxs ellxs.
Si bien esta nota se está haciendo más personal que las otras, siento la necesidad de agradecer y destacar a ciertos seres que fueron de gran importancia en esos meses. Y además de Zhami y Consu que ya nombré, quiero nombrar a Kevin que para mí es un ser mágico. Un chileno hermoso que ni bien lo conocí supe que su alma es increíble. Una persona que la vida hizo que tenga que ser despreocupado con muchísimas cosas pero que es tan sensible. Una persona que cuando se de cuenta de todo lo que vale, sólo hará magia con ello. Y el Shesho, otro chileno que muchas veces dan ganas de pegarle pero es una de las almas más buenas que he conocido. Su niñez y su adultez viven peleando para ver cuál gana, y eso lo hace único. Amigos, como los amo!
Otras dos bellas personas que me han acompañado en esta tempo fueron el Fabri, con quien tuve mucha complicidad desde un principio, un punk rock suelto por la vida, que aparece y desaparece pero su corazón inmenso hace que siempre esté al pie del cañón. Y la Marti, una bruja mendocina hermosa, a la que le gusta mucho la birra y por suerte también los mates! Con ellxs mis idas a la montaña en el bus se las pasaba con mate y charla para que esos 40 minutos no sean interminables.
Además, tuve la dicha de reencontrarme con Cami, con quien trabajé en el 2022 y a quien no veía desde ese momento. Y qué mágico que fue este reencuentro! Gracias Cami por tus charlas, por tus risas, por las cenitas en tu nueva casa! Por las salidas, por los mates, por el acompañarme y abrazarme. Te adoro amiga.
“Todos los caminos te conducen a vos.” – Post de Astro Luz
QUÉ ME LLEVO DE ANDORRA
De Andorra me llevé familia. Amigxs que sé que siempre estarán. Personas de las que aprendí muchísimo. Me fui con el corazón agrandado a mi máximo. Me fui llena de amor y de gratitud. Expandida totalmente.
A Andorra llegué con el corazón roto, con muchas ilusiones que no habían sido, y llegué para sanar. Y toda mi red hizo que lo logre (bueno, yo también puse lo mío propio). Estas nuevas almas me llenaron de felicidad. Y no sólo a quienes conocí en esta tempo. Sino el llegar y sentirme en casa también hizo sentir ese confort que necesitaba. Reencontrarme con amigxs que estaban allí y hacía un tiempo no veía, y que como siempre con ellxs sentir que el tiempo no pasa. Que siempre el amor sigue intacto. El reencontrarme con Cris y Pau para hacer círculo y contención también fue una de las cosas más hermosas de esta tempo. El saber que tengo mujeres con las que nos entendemos, nos acompañamos, con aconsejamos, nos abrazamos y nos damos el espacio para que la única pregunta siempre sea “amiga, cómo estás?”.
De Andorra me llevo seres mágicos. Seres que con su forma de ser me enseñaron también el vivir con simplicidad.
En Andorra expandí mi noción de que si unx se maneja con amor, todo lo que sucede alrededor sólo es más amor. Es magia.
A nivel personal logré superar algunas cositas que tenía un poco bloqueadas. Y me sirvieron para crecer. Me conecté con mi alma, y así con el tarot y la fotografía nuevamente. Encontrando en quienes me rodeaban la posibilidad de hacerles lecturas y fotografiarlos. Y cuando sucede eso, mi alma es feliz.
Solté. Solté el pensamiento con el que iba a sólo trabajar para hacer dinero, porque me di cuenta que en estos meses sólo necesitaba disfrutar tal y como lo hice. Quizás el ahorro no fue mucho, pero el sentirme plena: feliz y acompañada, haciendo red y disfrutando de cada momento (aunque parezca una frase hecha) no tiene comparación con todo el dinero que podría haber juntado.
De Andorra me llevo un montón de amigxs con los que tengo la dicha de seguir compartiendo hoy.
Gracias Andorra porque esta temporada hiciste que me fuera más empoderada de cuando llegué. Gracias a cada unx de lxs seres que compartieron conmigo y que me brindaron todo su amor. Gracias a mis amigxs de siempre, por demostrarme una vez más que son mi red. Gracias por hacer que me rinda nuevamente y que mi ego se calle para sólo disfrutar.
Y para finalizar, de Andorra me llevé estas palabras: “sos mágica”; “sos como la miel, siempre estás rodeada de abejitas”; “esa fiesta necesita tu energía”; “sos tan linda”; “tenés un aura de armonía y paz”; “gracias por enseñarme tanto”; “eres la raja”.
Palabras a las que siempre podré volver para reconocerme una y otra vez, porque el abrirse a recibir el amor de lxs otrxs, es también abrirse a recibir el amor propio.
Ordino Arcalís, donde la gente es feliz!
“Con la serenidad del todo pasa, y bajo la luz veraniega de una luna sepulcral, te encontrarás con aquellos, que ya al verlos son tu casa. Y te harán olvidar el miedo a la pesada soledad.” – Wos.
Que caricia al corazón que fue leer estas palabras, tu hermosa energía se siente a la distancia, y me abraza de una manera increíble. Gracias por ser hogar. Por un gran reencuentro cele!