10.08.2019 – Portugal
Nuevamente quieta, en un lugar me encuentro. Porque para seguir andando muchas veces hay que parar.
Y quieta se me vienen muchas cosas a la cabeza, como tan sólo esto que quiero compartir… para todos los que confían, se desilusionan, lo viven y disfrutan…
Y el verbo amar es tan solo eso… un verbo. Creo que entendiendo eso, entendemos que tiene principio y tiene fin. Como leer… jugar… acariciar… caminar. Leo un libro que empieza y termina; y así estoy leyendo un cuento, ayer leí una nota, quizás mañana lea un poema… cuando era pequeño jugaba a las escondidas, estoy jugando a las cartas, mañana jugaré al fútbol… y así lo mismo con amar… hace unos años amé a tal, estoy amando a quien tengo al lado y mañana amaré quizás a muchos más.
Por eso hay que sacarle tanta carga al verbo amar, hay que usar el verbo en todo su potencial y tomarlo como todo lo demás, algo pasajero, como todos los verbos que tienen presente, pasado y futuro… pero vivirlo, vivirlo de verdad y al 100% sin tener miedo de AMAR, porque sólo es un verbo más…
