Mucho se dice de los viajes, de las personas que salen al mundo. Muchas utopías, siempre pensando que el que viaja es más feliz, que no hay nada que lo pueda preocupar, que no tiene nada por perder. Pero cuando uno sale a la aventura lo primero que hace es justamente dejar de lado las preocupaciones del día a día de la comodidad de su hogar para recibir otras preocupaciones; aprende a convivir constantemente con situaciones que a uno lo ponen a prueba; a dejar a su gente atrás para conocer nuevas personas; a decir hola y adiós en cuestión de días; a aprender a vivir con desapego pero al mismo tiempo a disfrutar al máximo de cada persona que conoce y situación en la que vive.

Aprende a disfrutar sólo, sin nadie al lado para compartir ese paisaje hermoso que uno graba en su cabeza, a disfrutar sólo de una caminata por los lugares que uno nunca creyó que estaría caminando; a tomar decisiones con su intuición porque no tiene esa segunda opinión; a llorar sólo en lugares que uno no siente como su hogar; a hablar con personas desconocidas; a confiar en personas que nunca antes vió. A ponerse a prueba constantemente. A sentirse parte del lugar donde está, y a no sentirse nunca parte del lugar donde se encuentra. Y cada día, cada semana, cada mes es una nueva etapa, una nueva experiencia, una nueva osadía, una nueva anécdota.

Muchas veces uno desea estar en compañía, y muchas veces cuando uno la tiene sólo quiere volver a estar sólo.

Viajar abre caminos, abre puertas, abre MENTES. Uno empieza a conocer no sólo otras formas de vivir, otras culturas, otras sociedades, sino que conoce nuevas personas que quizás estando en el mismo país nunca hubiese conocido. Y tan sólo por el hecho de que el Universo quiere que esas personas se crucen, que nos muestren algo, que nos abran los ojos, que nos hagan pensar de otra manera, que nos enseñen.

Este 2018 fui la mujer más feliz en toda mi vida, porque me atreví, porque me animé, porque dije basta y salí a vivir la vida. A disfrutar de la naturaleza, de las culturas y de las personas. Hoy, encontrándonos en un nuevo año (que en verdad nada tiene de diferente) y recordando cada uno de los momentos que viví siento una felicidad tan enorme que a veces no me entra en todo mi ser, ni con la más grande sonrisa.

“Un viaje de mil millas ha de comenzar con un simple paso” – Lao Tzu

Hoy empieza otra etapa que elegí. Quedarme en un país que me sirve para seguir con mi sueño. Quedarme en un lugar que al principio dudé y que aún no me termina de gustar al 100% me hace entender y me pone día a adía al límite; a aprender que a veces es mejor esperar, calmar las ansiedades y sentir de otra manera la energía del lugar que no siempre concuerda con la que uno tiene. Pero por sobretodo pensar y tener fijo en la mente que aquí me encuentro sólo por un objetivo personal que es el que hace que no me rinda ya que en unos meses todo cambiará de nuevo y podré decidir nuevamente a qué rumbo dirijo mi vida.

Estoy y estaré eternamente agradecida a todo. A la vida por dejarme vivir esta experiencia que es cada día más linda, que no me deja de sorprender, y de hacerme feliz. Y a mí por tomar las decisiones adecuadas para forjar cada día más mi camino.

Y como no me canso de repetir en mis notas, en mis posteos y cada vez que puedo… sigan sus sueños porque son los que nos dan vida en esta vida! Nada importa más que la felicidad de cada uno, y si se puede compartir mucho mejor. Y si bien a veces es más difícil hacer o dejar de hacer una cosa por las circunstancias de cada uno, en esos pequeñitos cambios que uno puede hacer para salir de la queja e ir por una sonrisa diaria está la felicidad. No hace falta hacer grandes cosas, porque ¿qué son las grandes cosas? Para cada uno es algo diferente! En las simpleza está la vida, en el no complicarsela, en el vivirla, en el disfrutarla.

Y sigo siendo una utópica al creer y seguir creyendo que si cada uno es un poquito más feliz en su vida diaria, este mundo puede cambiar muchísimo para mejor!

Sólo les deseo para este 2019 que uds sean el cambio! No el año. Que se llenen de sonrisas, de anécdotas que luego recuerden cerrando los ojos y no desde la pantalla del celular. Que den más abrazos y más besos. Que las risas sean tantas que no sepan cuál fue la última. Que jueguen, que se diviertan, que por momentos se olviden del mundo y miren su interior. Que crezcan, que evolucionen y que estén conformes con uds mismos! Y por sobretodo que se animen a hacer esas cosas que nunca antes hicieron!

GRACIAS 2018 por haber sido una etapa de mi vida que me enseñó muchísimo. Sólo quiero que mi vida siga en la misma dirección: disfrutando, aprendiendo, modificando, evolucionando. Y gracias por sobretodo a todas esas personas que se cruzaron en mi camino, porque cada una de ellas no sólo que me enseñaron algo, sino que siempre las llevaré en lo más profundo de mi alma. Gracias por dejarme ser parte de su vida aunque fueran sólo 5 minutos! Gracias a todos los que pasaron, los que están y los que vendrán!

DESEO UNA VIDA LLENA DE FELICIDAD, DE AMOR Y DE RESPETO, PARA QUE TODOS LA DISFRUTEMOS! Y por sobretodo que cada uno mire su corazón, y no los de los demás, porque el cambio está en uno.

Feliz 2019, feliz vida y felicidad absoluta!!!

“Cuando llegues a la cima de la montaña, sigue subiendo.”