Esperaba esa semana hacía bastante porque era la primera vez del viaje en donde me reencontraba con dos grandes amigas y su hijita (sobrinita obvio!!!!). Estar con amigas, con personas que quiero mucho y unirme a sus vacaciones me ponía más que feliz!!! Y como de costumbre, ir a lugares que no tenía planeado, también y más si era playa! Así que con ellas estuve recorriendo la Costa Azul: Marsella, Niza, Cannes, Mónaco, Éze.

Playas hermosas pero diferentes porque en vez de arena tienen piedra!

Ciudades que no me imaginaba que serían así, en la montaña y la extravagancia de Mónaco no deja de sorprender… desde las marcas de los autos que se ven en la calle, el casino, los yates… etc etc etc.

La realidad que fue una semana de vacaciones puras, de disfrutar de la compañía y conocer una playa más bonita que la otra. Así que paso a lo siguiente…

“En mi caso, no viajo para ir a un lugar en particular, sino por ir. Viajo por el placer de viajar. La cuestión es movernos” – Robert Louis Stevenson

QUÉ ME LLEVO DE ESTE LUGAR?

Sinceramente lo que me llevé es puramente sentimental. Si bien cada día fuimos a un lugar diferente, no me parecieron lugares de los cuales me pudiera llevar una enseñanza en sí. Pero lo que aprendí fue a escucharme aún más, hacerle caso a mis sentimientos. Por qué?

Porque desde acá yo me iba a Inglaterra donde tenía mi próximo voluntariado. Para llegar había sacado un vuelo desde Milán (Italia), que de paso la conocía, y para llegar a Milán un bus desde Niza que era donde estábamos parando… pero… llegué tarde al bus! Y perdí todo! La primera vez en el viaje.

Pero la realidad es que me quería quedar hasta el final con mis amigas (que en verdad era sólo un día más), y quería pasar por Barcelona a ver a otra de mis mejores amigas que vive allá. Y como ellas iban en coche desde Francia a Barcelona… creo que mi inconsciente me jugó una mala pasada! (o la mejor que me pudiera haber jugado jeje).

Así terminé volviendo de la terminal de bus a la casa donde estábamos y quedarme un día más con ellas, saliendo al otro día a Barcelona!

Para terminar, considero que siempre debemos escuchar nuestro corazón, como ya he dicho muchas veces, y más que nada que las decisiones pasen por allí. Y no importa si perdemos plata perdiendo un bus, un vuelo, un tren o lo que fuera porque lo más importante es hacer lo que uno quiere y le llena el alma.

En cuanto a la Costa Azul… por supuesto que son playas hermosas, diferentes pero bellísimas que se las recomendaría a todos. En algunas ciudades como Mónaco a mi parecer la extravagancia es demasiada pero es bueno muchas veces ver los contrastes para uno también entender dónde se quiere posicionar.

Gracias Francia por sus playas y por sobretodo GRACIAS Romi, Bimbo y Sol por dejarme compartir parte de sus vacaciones!!! Veremos en qué otra parte del mundo nos encontramos la próxima!

Yo continué viaje, unos tres días en Barcelona para luego irme a Inglaterra.

«Si no sabes dónde vas, cualquier camino te llevará allí» – Alicia en el país de las maravillas.