MIS EXPERIENCIAS DE VIAJE

Última semana en India (parte 03 y final).

Nuevo destino, sin saber nada sobre él pero donde pude relajarme, pensar y resolver.

Cómo les conté emprendí viaje desde Gokarna hacia Palolem. Ya que el hostel estaba cerca de la estación de tren ni lo dudé y fui a tomarlo. Cuando llegué a la estación, compré mi boleto y me senté a esperar ya que faltaba una hora (según lo que me dijo el chico que me vendió el pasaje) para que llegara… pero no pasaron más de 20 minutos que un tren llegó y yo me lo tomé!!! Por suerte era el que me dejaba en destino. Eso nunca entendí de India, si realmente nadie sabe con certeza nada o no les importa decirte una cosa u otra o yo me estaba tomando otro tren y el mío vendría más tarde como me habían dicho…

Luego de una hora de viaje y con moto incluida hasta el hostel (podría haber caminado pero entre el calor y que no me sentí segura opté por esa opción) llegué a destino. Pero faltaban dos horas para el check-in así que fui a recorrer un poco.

Por supuesto que iba a conocer la playa!!! Necesitaba poner los pies en el mar!!! Pero como siempre me pasa (y aprendí a que sea divertido y la mejor forma de conocer los lugares), me perdí, me fui para otro lado del que me habían dicho, en verdad no tan para el otro lado… digamos que tuve el 50% de la culpa, y el restante la chica que me dio las indicaciones.

Así me ví caminando, tratando de encontrar la playa… llegué hasta un lugar hermoso pero donde no había arena, por lo que decidí pegar la vuelta y volver al hostel… estaba muy transpirada y necesitaba refrescarme. Pero cuando estaba llegando me di cuenta que cuando la chica me había dicho a la izquierda se refería a una calle que salía apenas salías del hostel! Así que ahí fui y llegué!!! Felicidad absoluta… en nuevo destino, en un hostel con baño “normal” (mejor digamos occidental como ellos lo llaman) y en una playa donde te podías meter al mar!!! Entonces ahí fui!!! Metí los pies en el agua (estaba aún vestida con calzas y remera como había viajado por lo que no podía correr a zambullirme – aunque quienes me conocen saben que tampoco lo hubiese hecho!) y tuve la decepción más grande de mi vida (sin exagerar)… el agua era más caliente que los 40 grados que deberían estar haciendo en el ambiente! Entendí que no estaba en Mar del Plata, tampoco en la costa Amalfitana ni en otro lado, estaba en Goa, en India y ahí el agua del mar es así.

Me fui a almorzar.

Volví al hostel para hacer el check in, fui a mi pieza con aire acondicionado pero no había luz en todo el lugar por lo que si bien mi pieza estaba un poco más fresca, hacia igualmente calor (ahí pensé para qué había pagado el aire acondicionado). Tampoco funcionaba el wi-fi, así que me bañé, me relajé y volví a la playa.

Para los que no me conocen pienso que el mar es algo hermoso que nos brinda la naturaleza, una porción de agua inmensa, con fuerza, que tiene un sonido que relaja pero al mismo tiempo es imponente y lo admiro muchísimo porque además te enseña que si bien es el mismo, siempre se renueva en cada ola…increíblemente bello, cada mar con su propio color, con su propia flora y fauna, admirable…pero a pesar de todo esto la playa en sí me aburre un poco. Me considero más de montaña en donde cada día podés hacer una cosa diferente, podés escalarla, contemplarla, recorrerla y siempre vas a encontrarle algo nuevo. Así que ahí estaba…en la playa de Palolem, sola, con más dudas que certezas, con la energía muy baja, extrañando a mi gente, sin extranjeros que hablaran español para poder interactuar con alguien, sin saber qué hacer… esperando pasar los días para que mis pensamientos se aclararan.

Esa noche en la que había llegado no pude dormir nada porque estaba en un cuarto con 3 hombres más, de los cuales uno de ellos roncó toda la noche, para que se den cuenta de la magnitud de sus ronquidos, me puse los auriculares con música fuerte muy FUERTE y lo seguía escuchando, y encima a las 9 de la mañana se despertó junto con su amigo y no pararon de hacer ruido (creo que ya no estoy para hostels… o por lo menos no en ese momento!).

Como ese día me quedé hasta más del mediodía en el hostel y ví que estos chicos no se iban de la habitación, decidí cambiarme a una cabaña… sola, con cama doble, con baño propio, con aire acondicionado… donde si quería podía andar hasta desnuda!! Por suerte había lugar, así que me cambié de cuarto, y lo bien que hice!!!

Este segundo día decidí descansar, saliendo recién muy pasado el medio día a la playa para disfrutar un poco de la misma, y comprar algo para cenar. Pero como nada me llamaba la atención y no sabía muy bien dónde comer (la comida en India me resultaba muy difícil porque no me gusta lo picante y ellos no entienden que quiere decir ¨sin picante por favor¨), decidí por la opción papas fritas (de paquete) y una cerveza en mi cabaña. El segundo día había pasado un poco mejor y esta noche si que podría dormir!!

Martes… tercer día. Algo en mí energía habría cambiado porque el Universo me mandó una señal de que todo estaría mejor… en el desayuno cuando llegué vi tres chicas sentadas y cuando las escuché hablar… eran chilenas!!! La felicidad que eso me daba no se imaginan! Así que me senté cerca de ellas, y luego de un rato, siendo cara dura, les hablé! Estaban en el mismo hostel, pero en una habitación compartida… hacía 2 meses que venían viajando por India y ninguna de las tres no tienen fecha de vuelta para su viaje. Edad similar a la mía (aunque por supuesto más chicas, ya a esta altura me estoy acostumbrando a que muchos sean más chicos que yo!!), y sus energías eran hermosas. Hablamos un rato, y luego las encontré en la playa. Como se ofrecieron a que me quedara con ellas, ahí estábamos las 4… ellas disfrutando de que al fin estaban en la playa, en un lugar mucho más tranquilo que todos los que habían estado en India, y yo disfrutando de su compañía, de poder charlar con alguien (en castellano), de poder compartir tiempo con personas más cercanas en cuanto a costumbres (esto en los viajes que se hacen a países tan diferentes se hace sentir, es como que necesitan encontrar tu lugar de pertenencia, ese donde no te miran mal si tomas mate, o una frase hecha puede significar lo mismo que lo que significa en tu país).

Los días restantes los pasé con ellas. Yo ya habiendo decidido que mi viaje en India estaba concluyendo, no quería seguir más viajando sola en ese país, no quería ir a otro lugar y que me volviera a pasar lo mismo, tener los mismos sentimientos que me invadían cada vez que llegaba a un nuevo lugar (porque no lo conté antes pero el día que llegué a Palolem, también lloré, también extrañé, también me invadió la incertidumbre). Así que luego de mucho averiguar, mirar en Google, mirar el mapa y entender hacia dónde quería ir mi corazón, saqué pasaje de avión hacia Bangkok para ese mismo sábado a la tarde. Por lo que la decisión fue: quedarme en la cabaña hasta el sábado a la mañana y luego irme.

Por un lado después de haber conocido a Pali, Lore y Angie me daba mucha pena porque hasta pensé que podía seguir viaje con ellas (se quedaron un mes más viajando por el sur de India), pero este era MI viaje, tenía que aprender y ver si realmente podía seguir sola o si tanto que anhelé esta libertad, al final me hacía dar cuenta que no podía… Necesitaba seguir, sentir, aprender y vivir mi experiencia sola.

«Nada es para siempre excepto el cambio.» – Buda.

Los días con las chicas fueron mucho más interesantes! Me incentivaron a hacer gimnasia (había un pequeño gimnasio en nuestro hostel), me metí en el mar todos los días con ellas, almorzamos fuera, fuimos a conocer otra playa que quedaba a 30-40 minutos de donde estábamos (Agonda – les cuento por si van, es una playa súper relajada, no encontramos muchas cosas abiertas, de hecho casi nada estaba abierto, sólo un par de restaurantes en la playa y mucho más caros; por lo que notamos es un lugar para ir a descansar y más espiritual), conversamos mucho, nos contamos cosas hermosas, intercambiamos experiencias y me incentivaron a seguir! La verdad que agradezco haberme podido cruzar con ellas y conocerlas! Antes de viajar sabía que en este viaje a lo largo del camino iba a ir encontrando almas preciosas con las cuales poder compartir el mismo, ellas fueron tres de estas almas, con las que espero volver a cruzarme en algún otro momento!

Y así finalizó mi experiencia en India… sintiendo muchas cosas, y aprendiendo muchas más. Y así también siento la necesidad de poder abrirles mi corazón y compartir con ustedes mi experiencia y mis reflexiones:

– Nada es tan grave como parece, nunca. Todo lo que sucede es por algo, y siempre hay que enfrentar las situaciones que nos plantea la vida. Yo entendí que llegar a India sola, en un lugar donde no me sentí bien fue por algo… necesitaba aprender de esa experiencia, darme cuenta que uno piensa que todo lo puede… pero muchas veces uno no puede con todo. Y cuando no te sentís seguro, cuando no estas conforme con lo que estas viviendo no podes conformarte, no podes permitirte conformarte, por eso debes cambiar! Salir de donde estas, pero ojo, no huir, sino salir… por la puerta grande, orgulloso de lo que hayas vivido, haya sido bueno o malo. Porque si la gente te juzga… nadie caminó tu camino, nadie se puso tus mismos zapatos, porque justamente son esos zapatos los que sólo te aprietan a vos, los que sólo te calzan cómodos a vos, los que sólo te lastiman a vos o te hacen sentir la persona más dichosa por tenerlos. Por eso siempre hay que tener la frente en alto, y cuando necesites sacarte esos zapatos, sacártelos, relajar los pies y volvértelos a poner para seguir andando!

– Todo lo que uno busca sólo está en su interior. Por qué digo esto? Porque pensaba que cuando llegara al Ashram en India ese lugar me iba a mostrar algo que nunca antes había visto, que me llenaría el corazón y el alma, que encontraría lo que me estaba faltando… y nada fue así al vivir esa experiencia. Todo lo que encontré fue desilusión, angustia y malestar, personas que no valían la pena, ego, egoísmo y silencio. Ningún lugar te puede dar lo que uno está buscando, porque cada lugar es sólo una herramienta, un contexto para uno poder encontrar eso que busca en el afuera dentro suyo. Y que por más que el mundo diga que un país o un lugar es la cuna de lo que uno busca, si sabes encontrarlo puede estar en cualquier lado… no hace falta ir a India para por ejemplo aprender del hinduismo, aprender a meditar o hacer yoga… aprender sobre ayurveda u homeopatía, aprender a cantar mantras o a rezarle a Krishna… si te instruís, si encontras a las personas adecuadas eso podés aprenderlo en cualquier parte del mundo, desde en un libro hasta de personas que te enseñen sobre lo que busques.

– De nada importa equivocarse, porque en las equivocaciones están los aprendizajes. En las luchas están las heridas, y las heridas cicatrizan. De nada sirve un cuerpo sin cicatrices, un alma sin experiencias, porque sino no transitaste la vida, no aprendiste. Golpeate la cabeza contra la pared, tropezate con esa piedra en el camino… pero sólo hacelo una vez. Porque una vez es de sabio pero dos veces es de necio.

– Y nunca te olvides que no hay nada más importante en la vida que estas transitando que lo que dicta tu corazón, serte fiel a vos y a lo que sentís. Cambiá todo lo que tengas que cambiar para seguir tu camino con calma y felicidad. Escuchá a los demás porque muchas veces te pueden abrir puertas que vos tenías cerradas o escuchar opciones que no habías pensado, pero siempre decidí con tu corazón y tu realidad, no con la de los demás.

«Los desafíos hacen la vida interesante y superarlos hace la vida significativa.» – Joshua Marine.

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