MIS EXPERIENCIAS DE VIAJE

El Camino de Santiago: Camino Primitivo.

Y al fin llegó lo único que había planificado desde hace unos meses con mi amiga: irnos juntas a hacer el camino primitivo de Santiago de Compostela, que elegimos que fuera desde Oviedo hasta Santiago ya que ella sólo se podía tomar 15 días de vacaciones.

camino de santiago

Es necesario contarles que esta decisión la tomé primero porque necesitaba reencontrarme con Mica y pasar mi cumpleaños con ella, no lo quería pasar sola en cualquier lugar del mundo, no me sentía preparada para eso. Por lo que charlando y charlando con ella de dónde podíamos ir, y después de decir varios destinos, me propone hacer uno de los caminos (ella el año anterior había hecho el portugués) a lo que mi respuesta fue que sí porque me gustaba conocer pueblitos!

Esto lo aclaro porque muchas personas hacen el camino por una razón más religiosa, otros por alguna promesa personal, otros sólo por hacerlo… cada uno tiene su razón como todo en la vida! Y como mi amiga es creyente y yo no, sólo para mí era sumar una nueva experiencia haciendo algo que tenía en mente hacerla desde hace un tiempo, pero sin ninguna carga en ella. Para mí mi camino había comenzado el 12 de marzo de 2018 cuando salí de mi casa con mi mochila y me tomé el avión a Europa, sabiendo que iba a volver en unos meses pero también con la puerta abierta a no hacerlo.

Y en esta etapa del camino para mi era sólo un momento más de mi viaje, una nueva experiencia, saber también si era capaz de caminar entre 20 y 30 km por día. Sólo me había puesto como objetivo en estos 15 días pensar si el 20 de Noviembre volvería a Argentina a seguir con mi vida de siempre, o daría un volantazo y me iría a Andorra a trabajar y ahorrar para seguir viaje (a esta altura del viaje ya me encontraba con lo último de la plata con la que contaba para gastar).

Y así el 13 de Octubre empezó esta experiencia más que hermosa! Nos tomamos con Mica el avión bien temprano desde Barcelona a Oviedo, y en menos de 2hs ya estábamos en la ciudad. Todo indicaba que esos 15 días iban a ser más que increíbles ya que la ciudad nos dio la bienvenido con un amanecer lleno de colores más que hermosos!

Sinceramente escribir cada día del viaje haría una nota de miles de hojas, no sólo por cada uno de los días vividos, sino también por cada persona que conocimos en el andar. Así que quiero compartirles lo que escribí en ese momento luego del camino en mi cuenta personal de Facebook que resume muy bien la experiencia vivida…

«Yo creo que fuimos nacidos hijos de los días, porque cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos.» – Eduardo Galeano

QUÉ ME DEJÓ EL CAMINO DE SANTIAGO

La misma noche que llegamos conocimos a 4 amigos de la ciudad de Córdoba (España) que vamos a llevar siempre en nuestros corazones: Los Pepes! 4 padres, que nos cuidaron por unas horas, nos contaron sus experiencias y nos llenaron de risas y consejos.

A partir de ese día y todos los días en el camino fuimos conociendo personas increíbles, de todas las edades, de diferentes ciudades de España, y de otros países.

El camino me enseñó que cada cual lo hace por una razón, y hasta a veces sin saberla, pero que siempre todos tenemos ese motorcito que nos impulsa a estar en ese lugar y en ese momento específico. Me confirmó que el camino es como la vida, que se disfruta andando, disfrutando de cada uno de los pasos que se dan, que aunque a veces son cansadores y difíciles, cuando uno ve el resultado lo disfruta aún más. Me reconfirmó que cada una de las personas que aparecen en el camino, son exactamente por algo. Me demostró que todos los que caminamos aunque por momentos querramos hacerlo solos, teniendo nuestros espacios y nuestros escapes de los demás, siempre terminamos compartiendo experiencias, risas, abrazos!!

Me siguió enseñando que el mundo no tiene fronteras, que todos somos personas y es ahí donde está la igualdad de todos. Me hizo darme cuenta que por algo había hecho este camino, y que llegó a mi vida en el momento adecuado.

Me regaló un cumpleaños no sólo acompañada de mi amiga, sino de personas que había conocido hacía muy poquitos días pero se tomaron el tiempo de compartir unas horas conmigo para que ese día fuera especial; deseándome un «feliz cumpleaños» ni bien se habían despertado con un canto, con unas palabras, con un beso, con un abrazo, con un regalo… Y qué más se puede pedir cuando las personas nos regalan su tiempo para pasarlo con uno? Para mí ese fue uno de los mejores regalos que podría haber recibido.

Conocimos personas que aunque sólo nos las encontrábamos en los albergues y nos las cruzábamos en el camino, una vez llegadas a Santiago se tomaron el tiempo de venir en coche desde su ciudad a tomar una merienda con nosotras y traernos un regalo, con las simples palabras de que era porque los hicimos reír mucho cuando estuvimos con ellos: Moncho y Jorge, dos gallegos más que excepcionales.

El camino me regaló también además de personas que siempre llevaré en un rinconcito de mi alma (porque el corazón se queda, pero el alma perpetúa), los mejores paisajes de la naturaleza: desde unos amaneceres hermosos, hasta esos paisajes con las nubes entre las montañas. Me regaló lluvia, sol, niebla, frío y calor. Estar constantemente en contacto con la naturaleza viendo: vacas, un ternero recién nacido, cabras, perros (por sobre todo Santi que hizo una etapa con nosotros y nos llenamos de besos el día de mi cumple!), gatos, gallinas, burros, liebres, bambies, mariposas sobrevolando en nuestro andar, pájaros, insectos que nunca antes había visto y miles de cosas más. Bosques, montañas, ciudades, pueblos, cascadas, ríos.

Este camino me reconfirmó que no hay nada más bonito en esta vida que el poder compartir, el estar abierto a aprender de otros, de colaborar, de ayudar, de escuchar, y por sobretodo de vivir el paso a paso, el día a día, sin pensar qué nos espera. Plantearse un objetivo y ser perseverante, levantarse cada día con las ganas y el disfrute de ir hacia allá, por más que estemos cansados. Porque no hay nada más lindo en esta vida que ser feliz yendo hacia eso que queremos!

Y por sobretodo ser agradecidos, por lo que nos pasa en la vida, por las huellas que dejamos. Llegar a Santiago y sentir la energía de todas las personas que llegan allí llorando, sonriendo, extasiados de felicidad le hace sentir a uno un momento de agradecimiento pleno. La energía que se vive en el camino y cuando se llega es más que mágica, siempre que sepamos abrirnos a ella.

Hoy después de sólo 300km hechos a pie (digo sólo porque hay personas que hacen más de 800km) no tengo más que agradecer a la vida; a mi amiga por haberme invitado a esta experiencia maravillosa, a cada una de las personas que se nos cruzaron, a los que quedarán y a los que se irán, y a mí por haber dicho que sí! GRACIAS CAMINO por esta más que hermosa experiencia, y por supuesto que iré por más!! SIEMPRE más!

Creo que estas palabras que escribí hace meses atrás recién terminado el camino resumen esta hermosa experiencia. Sinceramente, recomiendo a cada uno que si tiene la posibilidad haga el camino (por supuesto que sé que no es para todos, pero a veces es mejor en vez de estar tirado en un all inclusive viendo que trago de alcohol tomar, hacer este pequeño sacrificio y vivir una experiencia diferente, de la cual uno se lleva una enseñanza).

Y como les dije al principio de la nota (si aún siguen leyendo), mi único objetivo era decidir si me volvía a argentina o seguía viaje…

«El Camino es el que nos enseña la mejor forma de llegar y nos enriquece mientras lo estamos cruzando.» – Paulo Coelho

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