Descubriendo un país hermoso: Bélgica. Parte 2 – La energía de Gent.
Como les conté, haciendo base en Bruselas para no ir con la mochila de un lado al otro, fui al segundo día de estar en Bélgica a conocer Gent, una ciudad que me habían recomendado!
Me tomé el tren desde Bruselas y en media hora estaba en esta ciudad (esa es una de las gran particularidades de este país, el estar todo cerca ya que es muy chiquito, y sobre todo la cercanía de Paría y hasta Londres!).
La ciudad la hice toda a pie, me bajé en la estación y me dirigí hasta el caso histórico. Y ya mientras iba caminando sentía la energía de esta ciudad, ya sentía que todo me iba a gustar, y así fue!
Había leído en un blog de viajeros que lo más lindo era perderse por las callecitas que están en el barrio cerca del castillo, así que con la batería de la cámara cargada ese era uno de mis objetivos!
Cuando llegué al caso histórico me fui caminando primero hacia la Catedral, una de las más lindas que había visto hasta el momento, y con una gran particularidad, allí exponen desde Octubre del año pasado el esqueleto de un rorcual (animal muy parecido a una ballena) que apareció en el puerto de Gent en el año 2015, de 12 metros de largo.
Leyendo sobre esto para escribir este post, no es casualidad que esté en la Catedral ya que hace referencia a una historia del Antiguo Testamento. Además parece ser que en la Edad Media a las ballenas varadas se las consideraba como una mal augurio para el futuro. Es así como Leo (el nombre de este animal) se relaciona con la religión y estará puesto allí hasta el mes de Octubre de este año.
Después de esto decidí ir a perderme por las calles de esta ciudad, pasando previamente por supuesto por la plaza principal, que siendo sincera fue una de las que menos me gustó.
Así me dirigí hacia el río! Hermoso, con sus puentes principales donde todo el mundo se saca una foto, y acá viene lo que me enamoró de la ciudad… la orilla del río! La ciudad está diseñada para que puedas sentarte al borde del río y contemplar la hermosa arquitectura que tiene de edificios más que antiguos! De hecho se encuentra una de las cervecerías más conocidas aquí además que en la parte del centro por supuesto (a la que no fui, mi presupuesto en este país era muy bajo jajaja). Así que me fui al súper, me compré las tan famosas ensaladas de 2/3euros, una botella de agua y me fui a almorzar (a pesar del sol y calor) sentada en el río, a contemplar los cientos de barquitos turísticos que pasaban (muy divertido ver como a 15 personas dentro del barquito, todos con paraguas para taparse de los rayos del sol jaja), a la gente que hace kayak, y a la juventud en la calle. Por que esto fue otra de las cosas que me gustó de la ciudad, que se ve vida, no sólo una ciudad donde van turistas a visitarla (ya les contaré de Brujas), sino que hay contemporaneidad.
Como les dije, las calles más lindas están en el barrio donde se encuentra el castillo, perderse allí, entre callejuelas, ver las bicis en las puertas de las casas, las macetas en las ventanas, las calles empedradas, las casas de colores, todo hace que disfrutes de un paseo más que hermoso!
“Cuando algo viene de dentro, cuando es una parte de ti, no tienes opción sino de vivirlo, de expresarlo” – Kamal Ravikant
Eso sí, vayan con mapa! jajaja, a esta altura yo me seguía perdiendo a todos lados donde iba, y dejándome llevar por donde me parecía que había que ir di varias vueltas a la ciudad, jeje! Pero realmente vale la pena, recorrerla y volverla a recorrer!
Al castillo no entré, sólo lo vi de afuera y me metí hasta donde hay que sacar el ticket! Pero es una de las mayores atracciones que se pueden hacer en la ciudad para quienes estén interesados.
Bueno… y para finalizar mi día, (el último tren de vuelta a Bruselas salía a las 23hs aprox. así que quería volver tipo 21hs así no me agarraba tanto la noche), me compré una lata de cerveza, unas papas y las fui a disfrutar nuevamente en el río, pero esta vez del otro lado! Y les aseguro que a las 20/21hs donde el sol recién está empezando a caer en el verano europeo a toda la gente le gusta hacer lo mismo que yo! Estaba repleto de personas disfrutando, amigos, parejas, turistas… todo!
Y para finalizar…
DE GENT ME LLEVO
Terminando de contar mi día, hubo algo que me sorprendió y fue la tranquilidad de sus calles fuera del casco histórico. Para ir a la estación me fui caminando, pasando por ejemplo por donde se encuentra la Universidad, y por una avenida que es una de las principales, y no había nadie! Un viernes! de noche! Y eso me llamó la atención.
La tranquilidad en la que las personas pueden vivir, me sigue llamando la atención. Es algo a lo que claramente no estoy acostumbrada y en cada ciudad que conozco en mi viaje y observo esto sigo pensando lo mismo! Eran las 22hs más o menos y yo caminando sola con toda seguridad por una ciudad que había conocido ese mismo día! En ningún momento sentí miedo, ni nada que se asemeje. Y eso lo que deseo desde todo mi corazón que pase algún día en la ciudad donde vivo.
De Gent me llevo el poder disfrutar del río, que la ciudad se haya diseñado para poder hacerlo es hermoso, porque no todas lo hacen, y estas porciones que nos brinda la naturaleza en las ciudades hacen que disfrutemos y que la sintamos un poco más cerca nuestro!
Me fui enamorada, pensando en volver… y algún día volveré a escribir de mi segunda experiencia en esta ciudad, pero por supuesto de más días!!!
“Vivimos en un mundo maravilloso que está lleno de belleza, encanto y aventura. No hay un límite para las aventuras que podemos tener siempre y cuando las busquemos con los ojos bien abiertos”. – Jawaharial Nehru