QUÉ ME DEJÓ EL VIAJE

Antes de decir las cosas que me llevo de Italia preferí primero contar las enseñanzas del viaje en sí ya que fue un viaje diferente. ¿Por qué? Una de las primeras diferencias fue que en casi todo el viaje hicimos Couchsurfing (para quienes no lo conocen es una aplicación usada por lo general por los viajeros en donde las personas se ofrecen a darte un lugar en su casa o salir a recorrer la ciudad con ellos a cambio solamente de que vos lo hagas en tu país, sin ningún costó alguno para así poder conocer las costumbres del lugar de una manera más local y no tan turística) y gracias a eso conocimos personas con buena energía y corazón que siempre estuvieron dispuestas a ayudarnos.

Para quienes no les importa ir sí o sí a un hotel/hostelería/casa… lo recomiendo 100%. Aunque a veces se hace cansador solicitar hospedaje y no encontrar (ahí uno debe estar dispuesto y abierto a poder pagar una habitación) es la mejor forma de conocer el lugar.

Cada vez que llegamos a una ciudad nuestro couch se tomó el trabajo de irnos a buscar, prepararnos la cena o almuerzo para darnos la bienvenida, contarnos sobre su ciudad, costumbres, vida… compartir tiempo con nosotras y eso para mí es algo impagable. Ya que una persona confíe en darte las llaves de su casa o sólo una habitación donde poder dormir, demuestra para mí la bondad de las almas.

La segunda diferencia fue que si bien teníamos una ruta prediseñada antes de venir, el viaje fue cambiando a lo largo del camino, y eso hace que a veces vayas a lugares que de otra forma no hubieses ido. Y no sólo usamos transporte como tren o bus para viajar sino también utilizamos la aplicación Blablacar, en donde compartís auto con personas locales que viajan a una ciudad y ofrecen sus lugares libres para compartir gastos. Esto muchas veces no sólo permite viajar más barato, sino en menos tiempo y también poder compartir charlas con gente local.

Porque tratamos de aprender cuestiones básicas del idioma (que es muy lindo) para sentirnos no tan turistas.

Porque caminamos y caminamos y pude conocer lugares que en mi viaje anterior no había visto.

“El camino está ahí. Desde, literalmente, siempre. Sólo falta decidirse a emprender el viaje.” – José Luis Parise.

QUÉ ME LLEVO DE ITALIA?

Italia es un país que realmente me encantó. Para mí completo desde varios puntos de vista, desde la naturaleza que tiene, ya que podes ir desde una playa hasta una montaña; las personas que son divertidas, buenas, hospitalarias. Y lo fácil que es viajar dentro del país, con tren, bus, avión, auto.

Lo que si nos sorprendió aunque ya nos lo habían dicho, fue que dentro de un mismo país hay dos territorios totalmente diferentes: los del norte y los del sur. En el norte las calles son limpias, la gente recicla en sus casas, los trenes son limpios, puntuales y hasta algunos tienen wifi. A nosotras se nos hizo mucho más fácil encontrar couchsurfers y también fueron súper cordiales. Las ciudades son seguras y si bien hay robos como en todos lados en ningún momento te sentís inseguro.

En el sur la cosa cambia. Desde los trenes que son impuntuales, se retrasan en el camino, son máquinas más viejas y menos limpios y la gente se cola y pasa sin pagar. Las ciudades también son menos limpias y no tan cuidadas. Y no hablar de Napoli… Ya desde antes de ir todos nos decían que tuviéramos cuidado y cuando llegamos nos dimos cuenta por qué!!! Las personas no reciclan y no tuvimos la suerte de encontrar ningún couchsurfer que nos alojara.

Ojo! Igualmente las personas fueron amigables. Y hablando con italianos muchos concordaron que las personas del sur son mucho más amigables que las del norte. Pero como siempre las experiencias son muy personales.

Como enseñanza creo que lo mejor fue esta experiencia nueva de viaje, que me encanta y se que me será difícil de modificar y es estar con gente local. El confiar en las personas y sobretodo compartir tiempo con gente que recién conoces me parece que deja entrever la bondad de las personas. Y también que la gente te ayude por lo menos con una indicación de cómo llegar a un lugar, es extraordinario.

Además y como ya conté en otras experiencias de viajes, nosotros siempre pensamos que en otros lugares se vive mejor. Y obvio que hay lugares donde se vive mejor pero hay ciudades en las que no (ya llegará la nota sobre Egipto…). Que la vida no siempre es tan fácil afuera, que todos tenemos que bailar debajo del gobierno de turno y que todos tratamos de vivir lo mejor posible dentro de la porción de mundo que nos toca vivir (por elección o no). Que hay cosas que en nuestro país son peores (hay muchas cosas que nos faltan) pero hay otras que están buenas y quizás no valoramos (el poder por ejemplo poder trabajar de algo sin haberlo estudiado… Aunque a veces nos juegue en contra yo creo que es una ventaja para muchos. El poder salir para adelante en las adversidades que nos genera el contexto económico de nuestro país también es algo que entiendo debemos no sé si enorgullecernos, pero por lo menos darnos cuenta que podemos).

Y una de las cosas para tener en cuenta, lo importante que es el idioma y tratar de aprender aunque sea las palabras básicas del vocabulario de donde se está. Pero también si uno se que hacer entender con quién tiene al frente lo puede hacer (nos pasó de conocer a un chico que no hablaba español y poco de inglés y compartió con nosotras nuestros últimos días y fue una de las personas que más nos llegó al corazón).

Y también aprender y tener en cuenta las diferentes celebraciones de cada uno de los lugares que se visitan. Por ejemplo, aprendimos que en Italia la Pascua se festeja de diferente manera: jueves y viernes se trabaja, el domingo se festeja con la familia y se come todo el día, y el lunes es feriado ya que celebra la Pascueta, generalmente lo celebran con amigos y visitan algún otro lugar del país.

Para finalizar como creo que este largo viaje que estaré realizando me va a dejar muchas más enseñanzas al final del mismo, los dejo con las ganas de leer cómo me fue en Grecia…

“La palabra posibilita el mundo del Hombre. Y es la palabra la que posibilita el mundo de la magia” – José Luis Parise.