MIS EXPERIENCIAS DE VIAJE

Andorra: seguir avanzando.

Ya estando en México decidí (junto con mi amiga) volver a Andorra a hacer temporada de invierno ya que por lo que se esperaba, parecía una buena temporada de nieve. Así que en Octubre hablé con mi jefa de aquí y me esperaba como tarde para fines de noviembre… se me terminaban los meses en el viaje más hermoso de mi vida.

Coma de Ransol – Andorra

En Octubre tomé la decisión y en Noviembre ya estaba renunciando al trabajo y preparando de nuevo la mochila. Encima justo había venido una amiga de viaje a la que hospedamos con mis compas de casa y yo me iba pero por suerte pudimos compartir una semana juntas!

Así que con los pasajes ya comprados, disfrutamos una semana de Isla Mujeres con mi amiga para terminar la estancia en México con un hermosísimo Temazcal e irnos con el corazón agradecido y lleno de amor.

Llegamos a Europa a mediados de Noviembre, yo me fui a visitar a una de mis amigas hermanas como siempre cuando pasaba por Barcelona (ahora se mudó y la tengo que visitar en Madrid) unos días e irme a Andorra.

Y no saben lo diferente que fue llegar esta vez luego de 4 años, sola a Andorra. Fue DIFERENTE. Por suerte llegué con trabajo y alojamiento así que fui directo para allá, a que me dieran mi habitación y terminar de hacer todos los papeles para tener mi permiso de trabajo.

Andorra sola, era algo que nunca hubiera pensado (aunque en unos días me reencontraría con mi amiga, ella estaría en otro pueblo en la montaña). Pero uno nunca sabe qué viene…

Esta temporada en Andorra para mí eran un montón de cosas: irme de un lugar donde estaba siendo feliz sólo para ir a otro en donde no la pasaba tan bien a sólo generar dinero y seguir (historia que se volvía a repetir, cuánto nos cuesta aprender a lxs humanxs!); reencontrarme con la persona que hacía unos meses atrás nos habíamos distanciado y saber o entender qué era de nosotrxs; seguir amigándome con esta tierra que siempre me recibió bien; y como siempre, reencontrarme una y otra vez, dejar morir a las Celestes que ya no quiero en mi ser para que renazcan las versiones que si quiero (una elección de vida). Andorra otra vez me movilizaba hasta las costillas.

Lo que sí no sabía ni tampoco pensaba es que mi estadía en Andorra se extendería un poco más que sólo la temporada de invierno…

Voy a resumirles que lo más bello que me pasó es que con quien me reencontré, decidimos acompañarnos nuevamente. Y hasta el día de hoy seguimos haciéndolo. Creo que también por ese motivo hoy me encuentro escribiendo estas líneas en Andorra (un gran paréntesis aquí: comencé a escribir esta nota hacia septiembre/octubre del 2022 cuando aún me encontraba en Andorra, traté de terminarla en el verano en Buenos Aires, pero no pude, así que ahora estoy queriendo terminarla en Andorra en Marzo de 2023 ya que me encuentro de paso para seguir hacia un nuevo rumbo, ojalá esta vez si sea la fecha de publicación porque sinceramente no sé por qué me está costando tanto escribir esta experiencia).

Y así se fueron presentando diferentes objetivos juntos que fuimos cumpliendo y terminamos despidiéndonos juntos de Andorra para seguir viaje, quizás un adiós (que es lo que a mí me gustaría) o quizás un hasta luego, uno nunca debe cerrar puertas que te llevan a posibilidades.

Y por qué decidí quedarme más tiempo en Andorra? En el 2022 el Gobierno aprobó por primera vez hacer permiso temporal para quienes quisieran trabajar en el verano, meses que se trabaja muchísimo – sobretodo en Agosto – y para los cuales no hay personal, pues lxs andorranxs no quieren trabajar de lo que nosotrxs hacemos.

Así que como en el trabajo me ofrecieron quedarme, acepté. Mi permiso temporal se extendía hasta el 31 de Octubre…

Lo bueno es que entre temporada y temporada nos tomamos vacaciones. Fueron para lo que estaba acostumbrada unas vacaciones cortitas (20 días) pero hermosísimas porque mi pareja trajo a sus padres por primera vez a Europa, y viajamos los cuatro juntos en lo que fue nuestro primer coche! Sí. En Andorra compramos un coche que nos permitiera hacer ese viaje para compartir ruta con ellos, y la verdad que fue hermoso. 5 países recorridos y varias ciudades más, que si bien yo ya conocía, me permitieron ir a otros lugares que yo quería visitar desde hacía tiempo como Suiza y la isla de Burano en Venecia. Además de, por supuesto, volver a disfrutar de ciudades como París o Roma de otra forma.

Además que aproveché el viaje para ir a Madrid y reencontrarme con mi amiga y con uno de mis mejores amigos que hace poco se vino a vivir aquí.

Al volver la temporada de verano fue dura! Muchísimo trabajo (sobre todo en Agosto), muchísimas horas trabajadas y el cerebro y el cuerpo se agobian con tan poco descanso. Lo bueno es que me dio el sustento para decidir que por fin esta sea la última temporada en Andorra por el momento y si todo sale bien,  seguir viaje y aventurarnos a nuevos destinos…

A dónde me iré (nos iremos) se irán enterando a medida que vaya pasando el viaje!!! Lo que les digo es que este fin de año será en Buenos Aires con mi familia, luego de 4 años sin pasarlo allí.

“Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.” – Nietzche.

QUÉ ME LLEVO DE ANDORRA

Agotamiento jaja. En serio, además de trabajar mucho, este año en Andorra fue realmente muy bueno. Pude ahorrar más que temporadas anteriores, disfruté del país en verano (que para mí es muchísimo más lindo) y cumplí objetivos que años antes no los tenía en mente, como comprar un coche mientras pasábamos nuestra estadía allá. Conocí más dentro y fuera del país porque tener coche nos dio la posibilidad de conocer nuevos lugares de Francia y de España también. Y seguí aprendiendo a ser paciente. A que todo llega siempre que unx se lo proponga.

Me miré muchísimo hacia dentro, para seguir trabajando en mí y sanar ciertas cosas que aún siguen apareciendo. Y logré irme de Andorra más que agradecida.

Tuve la suerte de que aparecieran seres y experiencias que acompañaran este camino que elijo día a día. Así me reencontré nuevamente con mi ser practicando yoga con una maestra hermosísima que estaba comenzando en su camino y eso hizo que hiciéramos no solamente prácticas bellísimas sino que comenzáramos una hermosísima amistad (de esas que los lugares no separan).

Gracias a ella también tuve la oportunidad de experimentar una meditación activa, Estatic Dance, con un grupo en Andorra que yo no conocía, y fue una de las experiencias más hermosas que he hecho al momento. Básicamente una meditación activa es desconectarse a través de la música y dejar que el cuerpo haga lo que realmente siente y quiere. Es algo muy emotivo, que hace que descargues mucho (cada quien como sienta); y eso sumado a una toma de cacao previo que permite una apertura del chakra corazón y un estar presente en el momento hicieron que la experiencia fuera simplemente mágica.

Además de como siempre conocer a nuevas personas que van siendo espejos en el camino, tanto para mostrar lo “lindo” como lo no tanto.

Este viaje sigue, fuera en el mundo real, y dentro muy dentro de mi ser.

Y sin saberlo tanto (aunque lo imaginaba), me esperaba una nueva vivencia en Argentina movilizante, como siempre, pero de muchísimo más conocimiento del que era consciente.

“Un buen maestro te abre la puerta, pero tú debes cruzarla” – Chris Prentiss

 

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