Polonia, un país impensado!
Nunca se me hubiese ocurrido visitarlo, no sabía nada de este país. Y menos mal que lo conocí!!!
Esta segunda etapa del viaje me estuvo llevando a lugares en los que entendí que sólo debía estar, porque si me pongo a pensar fui a ciudades que nunca tuve en mente conocer.
Llegué a Polonia porque en un principio tenía aceptado un voluntariado, pero que me cancelaron días antes de ir, y como ya tenía mi couchsurfing esperándome en Varsovia no quise cancelar el viaje a este país.
Estuve sólo en dos ciudades: primero en Varsovia y luego en Wroclaw (nunca en mi vida la había escuchado nombrar!). Esta segunda ciudad me la había recomendado un chico que conocí en Kuala Lumpur, ya que es una ciudad que está creciendo turísticamente, de hecho cuando llegas en la entrada hay un cartel que dice que es la más linda ciudad europea del 2018 según no recuerdo bien qué, pero no se equivocan tanto!!!
En Varsovia descubrí una ciudad que sufrió demasiado con la segunda guerra mundial, de hecho Polonia fue uno de los países más afectados y donde más personas murieron por culpa del nacismo. Casi la totalidad de la ciudad fue destruida y la realidad es que si hoy en día vas a recorrerla sin saber nada de su historia no podes creer cómo fue una ciudad bombardeada hace tan pocos años relativamente! Porque su prolijidad y su belleza te cautivan!
Estuve hospedándome lejos del centro histórico, pero si no recuerdo mal fui todos los días a caminar por ese lugar porque a mi gusto es uno de los más lindos centros históricos. Cuando llegas donde está el palacio sentís remontarte cientos de años atrás en la historia. Ni bien lo ví me quedé enamorada!
Las calles son limpias, prolijas, pintorescas, grandes, chiquitas… los famosos barrios comunistas: edificios con una arquitectura muy básica (son cuadrados y sin ornamentos, de hecho parecen cajas de zapatos) pero que conforman barrios con sus propios parques y locales. En Polonia uno se cansa de ver este tipo de barrios, y me parecieron realmente lindos! Algo totalmente diferente a lo que estoy acostumbrada la verdad.
Además, está lleno de parques hermosos, grandes, con lagos y animales por todas partes (ardillas, pavos reales y hasta zorros!), de palacios y museos (escalofriante el museo de memoria a los judíos). Y hasta el barrio “Praga” que para ellos es el más peligroso de la ciudad, es prolijo! En este barrio es cierto que uno ve personas de una vida económica un poco más baja de lo que ve en la otra parte de la ciudad pero la realidad es que no sentí tampoco estar en un lugar inseguro como ellos llaman… la característica es que uno encuentra los edificios más antiguos y que sobrevivieron a la guerra tal cual como quedaron, es decir, algunos con las huellas de balas, y en “mal” estado. Es el barrio que hoy en día eligen los bohemios para vivir y quienes quieren pagar alquileres un poco más bajos. Otra de sus características es que hay un mercado de cosas antiguas (incomprables, perdón por ser tan sincera) en donde los puestos también son originales de hace años atrás.
“Viajar es más que ver lo que hay para ver; es iniciar un cambio en nuestras ideas sobre lo que es vivir que continúa en nosotros de manera profunda y permanente”. – Miriam Beard
Wroclaw como les dije es considerada un de las ciudades más lindas, y la verdad fue que si bien cuando la empecé a caminar me parecía igual a muchas otras, cuando llegué a la parte histórica entendí por qué lo decían!!! Por supuesto también aquí los edificios están reconstruidos, pero qué belleza!!! Cada uno de un color pastel diferente al de al lado, con ornamentos y dibujos clásicos que no podes parar de mirar. Pero lo que más me enamoró y sorprendió fueron sus techos con formas bellísimas, que te hacen sentir que estas dentro de una obra de teatro, sinceramente no puedo explicar con palabras cómo son, así que los invito a que vean mis fotos en mi perfil de Instagram! Jeje. En definitiva: encanto, historia, delicadeza…
Y no sólo el centro es hermoso, la ciudad tiene dos “islas” como las llaman ellos que si vas s esta ciudad no te las podes perder!!! Yo las conocí mi último día y me dio mucha pena no haberlo hecho antes, porque esa zona me enamoró!!! Iglesias antiguas, empedrado en todas sus calles y un magnífico puente en donde por supuesto todos los enamorados dejan su candado con sus nombres para que su amor sea infinito.
Dos ciudades que a mi entender no hay que dejer de conocerlas si uno visita Polonia. Totalmente recomendables! De hecho, podría haber estado más días en ambas ciudades (estuve 3 días en cada ciudad).
QUÉ ME LLEVO DE POLONIA?
Definitivamente del país me llevo su prolijidad, su encanto, su historia.
Es un país que sufrió demasiado y si bien aún quedan algunos vestigios de eso, las ciudades en las que estuve supieron recuperarse al 100%. A ver si me puedo explicar… tanto de este país como de Berlín, me pareció que son lugares que usan la historia para aprender y seguir adelante, y no se quedan anclados en la historia para seguirla llorando. Y esto me parece fascinante, porque soy de la idea de que el pasado está para aprender y para seguir con la vida, y no para quedarse llorándolo y no avanzar como quizás estamos acostumbrados.
En cuanto a la gente, si bien las chicas que me hospedaron en ambas ciudades fueron muy hospitalarias y me recibieron de la mejor manera, en la calle si sentí que a los polacos no les interesa tanto el turista (los que no se dedican al turismo es imposible que hablen inglés! A mí me paraban en la calle preguntándome cosas en polaco y cuando les decía que no hablaba el idioma me miraban y se iban, jaja y me pasó varias veces!!); algunos que trabajan para el turismo no son tan copados y en sus miradas aún sentía tristeza. Esto lo charlé con el chico con el que me hospedaba en Wroclaw y me dijo que a él otra persona también le había dicho lo mismo que yo! Así que es algo a tener en cuenta! Jeje.
Definitivamente Polonia es un país al que volvería y seguiría recorriendo (en verano), así que no me despido de él porque sé que voy a volver y contarles más sobre él!!!
“Cada día es una página en blanco que sólo nosotros escribimos y no es necesario saber qué pasará para disfrutar de lo que ocurra hoy.” – Sara Ballarín.