MIS EXPERIENCIAS DE VIAJE

Y el Universo nos da cuenta de dónde tenemos que estar: Andorra 2020.

Voy a saltearme la última nota que me falta del 2019, sinceramente porque aún no me dan ganas de escribirla para contarles sobre algo que vengo sintiendo desde hace unos meses y spoilear el final del 2019.

En la última ciudad en la que estuve en Portugal fue en Porto. Allí estaba trabajando y viviendo en una casa donde estábamos muy cómodos y la realidad es que sacando el climado la residencia portuguesa, así que sólo me quedaba esperar y en el mientras tanto trabajar y vivir tranquilamente y feliz en esa ciudad que es hermosa (de hecho mi contrato de trabajo era por un año).

Pero bueno… parece que mi ser nunca fue de estar quieto y menos desde que empecé a viajar… por lo que un día sentí que todo lo que estaba haciendo no tenía sentido. En verdad no fue un día que me dí cuenta de eso y listo! No! Fue un proceso, en el cual yo no empecé a sentirme bien. Me molestaba ir a trabajar, odiaba el clima invernal de Porto en donde tooodos los días llueve, y si sale el sol, a los 5 minutos llueve de nuevo. Me molestaba que en la casa no haya calefacción y tener frío todo el día. Y no quería trabajar desde las 14hs hasta las 00/01am muchas veces.

Por lo que como llegué al punto que no me bancaba ni yo, buscaba, buscaba en mi interior qué era lo que me llevaba a estar así. Estar inconforme con el momento que estaba viviendo. Y reaccioné, e hice cosas para darme cuenta dónde estaba el problema.

Hasta que un día, después de buscar ayuda en las personas que sé que quieren mi evolución, después de escribir lo que tenía dentro, de llorar y sacarme lo que tenía guardado, de hablar, de guardarme… me di cuenta que yo no quería quedarme a vivir en Portugal. ¿Por qué? Simplemente por una sola cosa: yo salí de Buenos Aires hace casi ya dos años con un único objetivo: viajar, conocer el mundo, conocer la naturaleza, conocer las diferentes culturas, nutrirme de otras enseñanzas, buscar diferencias para darme cuenta que no todos somos iguales pero en el fondo si lo somos, que buscamos todos los mismo pero con otras herramientas. Aprender a ser más solidaria, más empática, más humilde y más amorosa con cada una de las personas que se me cruzan, que miro, que comparto… Porque soy una convencida que la humanidad es buena, que buscamos lo mismo: felicidad y tranquilidad, pero estamos inevitablemente contaminados de las diferentes sociedades en las que vivimos. Y porque soy una enamorada y admiro la naturaleza, lo único puro que se mantiene en este mundo y del cual somos parte, de donde nacemos.

Entonces me dije: si yo quiero viajar, y en Portugal tengo un margen de muy poco ahorro por mes… y no quiero quedarme un año más esperando ahorrar para seguir viajando, ¿qué puedo hacer que me de plata fácil y rápido? Y ahí saben quién volvió a aparecer? Si! Andorra, donde la temporada ya estaba a punto de comenzar…

Así que le comenté a mi pareja que me quería ir, y me acompañó en la decisión. En menos de dos semanas preparamos todo… terminamos lo que teníamos que terminar en Porto, buscamos lo más difícil de Andorra que es el hospedaje, conseguimos muy rápido y sólo quedaba que yo viniera al país a conseguir trabajo porque no quería estar donde trabajé la temporada pasada.

Esta vez, estaba tranquila y por sobretodo estaba segura que las cosas iban a avanzar en su mejor rumbo. Por lo que el 30 de Noviembre ya estábamos en Andorra de nuevo.

Estar en este país por segunda vez cuando dije que no volvería más, me generaban demasiadas emociones internamente. La primera aprender que nunca hay que cerrar la puerta de nada, y ser consciente de que una experiencia no significa al lugar.

La otra sensación medio inexplicable fue sentir que en mayo me fui a dormir una siesta y de repente me desperté en diciembre en Andorra de nuevo… fue sentir que el año se había pasado en un abrir y cerrar de ojos. Así que estando nuevamente en este país, sólo me quedaba una cosa: amigarme con Andorra para lograr lo que yo quería.

”El Universo te movió de lugar porque lo que deseas no podía encontrarte ahí.”

Y así empezó un nuevo proceso: hice consciente el saber que no iba a lograr lo que yo quería si no me reconciliaba con el lugar en el que estaba. Por lo que me tomé mi tiempo, medité, pedí perdón y agradecí al lugar donde estaba y dejé que la experiencia del año pasado se fuera. Que sólo quedara como un aprendizaje, soltándola y aprendiendo lo que la vida me hacía aprender en ese momento.

Empecé a hacer cosas que había dejado de hacer en cuanto a mi espiritualidad, y evolucioné dándome cuenta de lo importancia que tiene en nuestras vidas la GRATITUD. Así que cada vez que me despierto o salgo a la calle, miro el cielo y agradezco por el lugar donde estoy. Y todo el tiempo que me doy cuenta lo que estoy viviendo, agradezco.

Así luego de haber dejado mi cv en varios hoteles, me llamaron al otro día. Trabajo ya tenía sólo que me faltaba un papel para hacer los trámites. Y el Universo planea todo justamente para que a cada uno le llegue lo que le tiene que llegar, porque el mismo día que yo tenía que confirmar en ese trabajo para avisar que tenía todo para empezar, tuve otra entrevista en otro hotel, con mejores condiciones de trabajo, con mejor sueldo, con un día más de descanso, y con hospedaje y comida. Así que acá estoy. Feliz con mi trabajo, feliz con mis compañeros de trabajo, conociendo personas que al momento me están demostrando estar en la misma sintonía que yo, reencontrándome con personas que me hacen mucho bien… viviendo en una habitación que me encanta, donde tengo mi comodidad y privacidad; disfrutando de la comida que me dan y evolucionando cada día. Y para cerrar el broche, sola nuevamente.

Así que con esta experiencia quiero terminar diciendo que soy una convencida que las adversidades nos las ponemos nosotros. Nos pueden pasar cosas feas, a algunas personas peores que otras, la vida nos puede golpear, pero tenemos que ser conscientes que no es la vida la que nos golpea sino que somos nosotros mismos dependiendo de las decisiones que tomamos constantemente y la actitud con la que tomamos la vida. Podría haberme quedado en Porto tranquila, con trabajo, casa y “viviendo”, pero eso NO era lo que yo buscaba en ese momento de mi vida! Y decidí jugármela y venir de nuevo a un lugar que no me había hecho bien y encontrar trabajo nuevamente. Me podía salir bien, o me podía salir mal. Pero me la jugué. E hice todo lo que yo consideraba para que las cosas salieran sólo de la forma en que yo quería.

Y en verdad quiero transmitir una segunda cosa que aprendí: nunca digamos nunca más. O sí lo decimos tengamos la humildad de decir “me equivoqué”. La vida me viene demostrando que los lugares sólo son las experiencias de cada uno. Que son la energía y el ánimo que uno le pone. Y así como para mí Andorra fue muy malo el año pasado, hoy estoy totalmente agradecida que Andorra me haya dejado estar nuevamente en esta tierra, con un trabajo que valoro y con las personas adecuadas en este instante para mi evolución.

Andorra a mí me fortalece cada vez que vuelvo, y no sé qué tendrá este lugar, pero mientras vivo aquí muchas veces me sopapea para que me de cuenta que aún me queda mucho por aprender.

GRACIAS ANDORRA POR ABRIRME LAS PUERTAS NUEVAMENTE Y GRACIAS UNIVERSO POR PONERME DONDE TENGO QUE ESTAR. DE MI LADO SÓLO PROMETO SEGUIR AGRADECIENDO CADA PASO QUE DOY Y HACERLO CON TODO MI AMOR PARA CONTINUAR CON MI EVOLUCIÓN.

”Vibra tan alto como puedas y el Universo te responderá de la misma manera”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *