Utrecht me pareció una ciudad particular! Linda, antigua, y por sobretodo llena de bicis!!! De hecho es una de las ciudades conocidas porque hay más bicis que personas y ellas gobiernan en la calle (no es joda, tenés que frenar porque sino te pasan por encima! Más que los autos!!!).

Es una ciudad llena de jóvenes que se los ve andar durante el día y más que nada en la noche de la ciudad, donde los bares están llenos de gente tomando algo (eso sí, la noche termina temprano! Si quieren ir a tomar un helado a las 10 de la noche como me pasó a mí olvídense de encontrar una heladería abierta! Jaja claramente terminé en Mc Donalds!).

Bueno, al otro día de llegar a Utrecht me esperaba conocer la tan emblemática Ámsterdam!

Para variar estaba llena de turistas, por supuesto! Y mi conclusión fue: claramente es una ciudad para ir en compañía! La oferta que hay de todo es increíble y es donde se nota la libertad que tienen en este país. Por supuesto que me refiero a que todo lo que en otros lugares del mundo es tabú, en Holanda está todo permitido: drogas, prostitución, homosexualidad…

En la ciudad de los tulipanes, uno encuentra coffee shops, bares donde realizan shows eróticos, por supuesto la tan conocida zona roja, en donde las mujeres están detrás de una vidriera, locales donde se vende marihuana de todo tipo y en todos sus formatos, el barrio gay, y todo lo que uno pueda o no imaginar.

Lamentablemente lo que más quería hacer no pude, y fue ir al museo de Ana Frank y de Van Gogh. Para ambos les aconsejo (yo no lo sabía) que las entradas hay que sacarlas con anterioridad (y no de un día para el otro, por lo menos en el verano) sólo por la web (el de Ana Frank es así, el de Van Gogh ahora entro en duda, pero estoy casi segura que también las entradas son sólo por la web). Así que me queda pendiente para mi próxima estadía en esta ciudad.

“Cuando yo tenía 5 años, mi madre me decía que la felicidad era la clave de la vida. Cuando fui a la escuela, me preguntaron qué quería ser cuando yo fuera grande. Yo respondí ‘Feliz’. Me dijeron que yo no entendía la pregunta, y yo les respondí, que ustedes no entendían la vida.” – John Lennon

Ámsterdam me pareció una ciudad linda, bastante grande para recorrerla sólo en un día, y llena de divertimento, o donde las personas van a buscar divertimento!

Es una ciudad cara, por lo menos más cara que otras, pero que creo que hay que conocer, porque cuando uno ve justamente cómo funcionan otras sociedad en cuanto a cosas que en su país por ejemplo están prohibidas es cuando a uno más lo hace pensar. De hecho, en esta ciudad me encontré con una de las chicas que conocí en Brujas unos días antes, y mientras caminábamos por las calles y tomamos una cerveza en un barcito, conversábamos justamente de lo impensado que puede ser por ejemplo para nosotros que la prostitución sea legal y que sea un trabajo más en donde las mujeres que deciden hacerlo están soportadas por el gobierno, ya que en nuestro país es justamente todo lo contrario y más con la liberación femenina que se está viviendo en este momento.

En argentina si sos prostituta mejor no decirlo, porque no sólo es una profesión que es “ilegal” por llamarla de algún modo, sino que además está mal visto por la sociedad. Por supuesto que por detrás hay todo un negocio de maltrato hacia la mujer en donde muchas chicas son obligadas a hacerlo, pero qué hay en las personas que eligen (tanto mujeres como hombres) brindar sus servicios sexuales a otras personas? Es un tema muuuy profundo y sobre el cual cada uno tiene su pensamiento por supuesto, pero a veces lo que a uno lo hace reflexionar si este tipo de cosas sigue siendo bueno mantenerlo en la clandestinidad… porque si hay países en donde las cosas mejoraron haciéndolo legal y teniendo un control sobre ello (como la marihuana por ejemplo en muchos países), por qué en otros países no puede funcionar, me pregunto! Es por esto que….

DE HOLANDA ME LLEVO

Justamente lo que venía hablando antes, un país del cual deberíamos reflexionar e investigar cómo funciona política y económicamente permitiendo ciertas cosas que en el nuestro aún no se puede hablar! Que son temas tabúes, y que vienen de la mano de una larga historia que es posible que se pueda ir cambiando con el tiempo y sólo con los movimientos sociales del momento en que transita nuestro país.

El pensar que está bueno socialmente el tener libertades, porque en la libertad está la elección, el respeto y el saber que las cosas se pueden hacer correctamente, pienso yo. En cambio cuando uno quiere hacer algo que está prohibido, que no es aceptado culturalmente me parece que es cuando uno cae en hacer las cosas sin respetar al de al lado, en la nube negra de tener que esconder lo que hace. Por supuesto hablo siempre sin abusar de las cosas y con el debido respeto hacia todo y todos!

Y justamente con esta chica pensábamos en el rol de la mujer en esta sociedad, no? En Argentina y en varios países del mundo se está viviendo el empoderamiento de la mujer. Y desde nuestro punto de vista, ese empoderamiento hace que muchas mujeres dejen de estar sometidas a lo que el hombre o la sociedad les impone o las obliga a hacer. En Ámsterdam entiendo que al legalizar la prostitución, también es una forma de lograr esto porque quienes deciden hacer ese trabajo son culturalmente aceptadas, es un trabajo más. Luego podemos discutir miles de cosas que rondan a la profesión.

Creo que acá hay mucho para analizar y es un estudio sociológico hermoso que podríamos hacer! Pero me quedo justamente con esto que sentí también en Berlín: la LIBERTAD de las personas que viven en estas ciudades, o en este país (cuando conozca más ciudades les cuento si es del país en general!).

El paso por Holanda fue breve pero dejaron muchas cosas en mí para seguir pensando! Y eso es lo lindo de los viajes! No importa el tiempo que estemos en cada lugar, lo importante es que nos puedan hacer reflexionar sobre cuestiones diferentes a las que estamos acostumbrados!!!

Y así sigo rumbo a Alemania nuevamente donde un nuevo voluntariado me espera!!!

“Me di cuenta rápidamente que no hay viajes que nos lleven lejos a menos que se recorra la misma distancia en nuestro mundo interno que en el exterior”. –  Lillian Smith