MIS EXPERIENCIAS DE VIAJE

Portugal: donde es mejor ser argentino que español.

Y así decidiendo de un momento a otro que iríamos a Portugal empezamos a buscar a distancia vivienda y trabajo en ese país, mientras terminábamos de disfrutar los días que nos quedaban en España.

Nos fuimos a la región de Algarve a trabajar en la costa sur de Portugal ya que es la zona más fuerte en temporada. El primer lugar al que llegamos fue Albufeira porque podíamos llegar a tener trabajo, pero luego de estar unos días y que la oferta no funcionara, encontramos una habitación en Portimao (donde estaban mis amigas) y allí fuimos.

La verdad es que en Portugal si queres trabajar, caen ofertan. Más que una vez que tenes una entrevista significa que empezas a trabajar ese mismo día si es necesario. Y nosotros luego de probar diferentes cosas, llegamos a un restaurant de comida típica portuguesa (sardinas) a trabajar como camareros y yo en particular en la barra de la piscina que también tenía el restaurant. Por lo que terminé trabajando entre 12 y 13 horas por día para llegar a tener un sueldo mayor a la media.

Lo bueno fue que ese mismo trabajo nos dio alojamiento, por lo que pagábamos realmente muy poco por él y teníamos incluidas las comidas en el restaurante. Así que teníamos un margen muy bueno para vivir y ahorrar.

Lo malo es que estábamos trabajando con portugueses… y en el sur del país donde las personas son mucho más cerradas que en el norte.

Y así trabajando la verdad que hemos tenido varios episodios de “discriminación” por así llamarlo de los clientes que iban a comer. Porque lo principal es entender que los portugueses se llevan muy mal con los españoles, por diferentes cuestiones: históricas, políticas y porque dicen los portugueses que cuando ellos van a España tienen que hablar en español porque sino los españoles no los entienden, y cuando los españoles vacacionan en Portugal, no hablan portugués.

Por lo que teniendo en cuenta todas estas cuestiones, sumando que sinceramente no sé si es que están cegados por ese odio, o porque realmente no están instruídos, piensan que todos los que hablamos español somos españoles. Esto lleva a que al principio sobretodo cuando uno trata de aprender el idioma que si bien no es difícil, cuesta (más si nunca antes habías ido a dicho país) los portugueses preguntaban de muy mala forma si era “españolita”. Lo lindo era que cada vez que le respondía que soy argentina, cambiaban el tono y la forma de dirigirse hacia mí, quedándose sorprendidos de que había elegido su país para trabajar (cosa que los propios portugueses no hacen).

A pesar de esto Portugal me pareció naturalmente un país hermoso.

Si bien los portugueses son bastante cerrados y algunos (sobretodo los mayores) están como enojados con su vida, es un buen país para mantenerse en la Union Europea si uno no tiene ciudadanía y quiere seguir trabajando.

En el sur hay hermosas playas, con la característica en todas ellas de las rocas dentro del mar que hacen un paisaje único. Y más que nada al principio del verano hay momentos en donde la arena se ve naranja contrastando con un mar verdoso.

Lagos es uno de los lugares que más me gustó en el sur ya que hay mucho turismo inglés y de otros lados de Europa, es más “hippie” y la gente está más relajada. Portimao es más un lugar de veraneo de las familias portuguesas, y Albufeira es donde van ingleses e irlandeses a emborracharse todo el día.

Una vez que termina la temporada de verano (entre Septiembre y Octubre) el trabajo ya termina en la playa, ya que todo cierra, y teníamos que decidir dónde seguir, así que elegimos irnos a Porto, que por lo que todo el mundo nos decía es más tranquilo que Lisboa y trabajo hay mucho. Por lo que nos fuimos allá directo después de descansar una semanita y conocer también Sagres (un pueblo de surfers, donde las olas son enormes jaja y el viento cansa!).

Ni bien llegamos a Porto, nos encantó. Nosotros al principio estuvimos viviendo en Gaia, que es frente a Porto, un poco más barato y cerca. Pero luego nos mudamos a la ciudad.

La verdad que es una ciudad hermosa, y salvo el clima en el otoño donde llueve realmente todos los días, es una ciudad para quedarse a vivir.

Allí trabajé en un local de empanadas argentinas, con todos argentinos, así que me sentía bastante en casa, aunque no sabía si era lo que estaba buscando!

Y aunque estaba tranquila, viviendo en una linda y cómoda casa, con un trabajo que estaba bien, y en una ciudad hermosa, había algo en mí que no me hacía estar cómoda. Y era mi inquietud por querer seguir viajando, seguir conociendo el mundo.

Ahí me di cuenta que para vivir en un lugar sigo eligiendo Buenos Aires al momento, con mi familia y mis amigos. Así que de un día para el otro decidí dejar todo en Portugal (porque como ya les conté los sueldos no son altos y no dejan ahorrar mucho por mes) e irme a Andorra nuevamente a buscar trabajo, ahorrar y seguir viaje.

“Siempre hay que renunciar a algo. Siempre tenemos que decirle a algo que no. La vida se basa en las elecciones que hacemos y a lo que renunciamos con ellas; el secreto está en ser consciente de lo que cogerás y de lo que dejarás para ser consecuente con tus decisiones y no arrepentirte pase lo que pase después.” – Sara Ballarín.

QUE ME LLEVO DE PORTUGAL

No sé si me llevo mucho de este país. Si la posibilidad que dan a los inmigrantes de trabajar y vivir en el país legalmente aunque no se tenga la ciudadanía europea.

A Portugal lo noté muy similar a Sudamérica, en donde nadie sabe mucho cómo se hacen las cosas, pero tampoco se hacen mucho problema por saberlo. En donde uno te dice una cosa y otro otra. Que le abre a la puerta a los inmigrantes fácilmente. Y eso para nosotros los que viajamos sin otro pasaporte que el argentino, es más que bueno. Nos da una facilidad para quedarnos unos meses más tranquilos si queremos trabajar en Europa.

Me llevo aprendizaje en cuanto al trabajo, porque hice algo que antes no había hecho. Lo que me hace crecer aún más y me brinda más herramientas para lo que sigue del camino. Así que sólo me queda agradecerle a este país al que nunca antes hubiese ido.

Como la nota de la segunda vuelta a Andorra ya la subí, ya saben cómo continuó todo… con muchos cambios, mucha evolución y hasta el día de hoy, mucha felicidad.

“Que salgas, que logres, que te sucedan historias, que las trabajes, que las riegues con tu sangre, con tus lágrimas y con tu risa. Hasta que florezcan. Hasta que tú mismo estalles en floración.”

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