Llegada a nuevo destino, Tailandia! Sintiéndome ya más cómoda y tranquila sentí la necesidad de escribir algunos sentimientos, antes de armar mi nota de India….

Cuando uno empieza a viajar sólo todo es diferente… comenzar a estar las 24 horas del día sólo con uno, teniendo sus pro y contras. Uno comienza a valorar más su persona (es seguro donde estoy??? -quizás más siendo mujer en este mundo un poco machista…), cuidar de ella en todo sentido: desde los lugares donde pasea, hasta la comida que come. Uno comienza a abrir su corazón, escucharse a uno mismo y confiar en personas que sólo verá unos segundos en su vida (en esta vida que hoy toca transitar).
Y cuando uno llega a un destino tan “mágico” para ciertas personas y siente que no se encuentra lo suficientemente cómodo empieza a desilusionarse un poco… y a mí me pasó con India. Ese destino tan odiado por unos y tan amado por otros… ese destino tan ansiado por que quien transita un camino un poco más espiritual, ese país en donde la gente va para encontrarse con uno mismo (hasta muchos piensan en encontrar allí realmente su nirvana)…
Allí en tan sólo dos semanas aprendí:
– que no todo destino es para todos y que lo más importante es escuchar al corazón, sin importar todo lo que los demás dicen (porque los otros están hablando desde su experiencia y desde quizás hoy la comodidad de sus casas). Si tu corazón dice “acá no” es porque no lo es!
– que uno nunca debe dejar de sentir su intuición. Por más que ese viaje haya sido tan planeado la realidad está cuando uno pone un pie en destino y comienza a vivir dejando a un lado todas aquellas fantasías que pensaba desde otro lugar.
– que hay lugares que para unos son mágicos, para otros son horribles y para otros no son nada… y todo es válido.
– que quizás este no era mi momento de conocer India, y eso no lo hubiese sabido sin haber estado allí.
– que todo lo que pasa siempre nos deja un aprendizaje y hay que estar dispuesto a escuchar y pensar sobre eso. Pensar, reflexionar y actuar.
– que uno cuando no se siente confortable, debe parar la bola, sentir y decidir, pero todo a su tiempo.
– que el destino, la vida o como se quiera llamar te cruza con personas en tu camino que te enseñan, sin importar si la relación con ellas fue buena o mala, siempre hay que mirar la situación en retrospectiva y reflexionar por qué apareció esa persona en mi camino y qué me vino a enseñar.
– y que los viajes largos, son así! Se pueden modificar sobre la marcha. Ser capaces de poder modificar los planes, ser flexible! Que todo pasa, nada es permanente y uno debe ser consciente de eso para seguir avanzando. Soltar eso que nos hace mal y seguir, porque la vida no es más que eso, un juego en donde vamos moviendo nuestras fichas a medida que las cosas suceden.
– que soy afortunada por poder viajar de esta forma e ir por uno de mis mayores sueños y enseñanzas de vida. Que no vale la pena decepcionarme porque no hay tiempo para la desilusión pero si para los aprendizajes!!!

Así que aquí me encuentran hoy. En un destino ya conocido (sólo un poquito) por mí, dejándome llevar por mis sentimientos y sólo escuchando mi corazón!!! Veremos qué me tiene preparado Tailandia!!!